La cadena de restaurantes Naked & Sated tiene una misión: poner en la mesa alimentos reales, desnudos, frescos y de temporada. Productos que ayudan a cuidarse, que cuidan del medio ambiente, pero sin dejar a un lado el buen sabor y el placer de comer. Y con ese mismo espíritu decidieron hacer un spin-off en forma de cafetería franquiciable.
¿Para qué nos llamaron?
Necesitaban que le ayudáramos con la estrategia del proyecto, tenían el qué querían hacer, “una cafetería franquiciable” pero faltaban algunos “cómos”. Cómo llamarla, cómo sería su identidad y cómo aterrizar todo ello a una experiencia completa en los diferentes puntos de venta.
El Punto de Partida
Después de varias reuniones, alineación de equipos y revisar las necesidades del negocio, nos pusimos a trabajar. Sobre la mesa un potente producto, mucha narrativa de producto: orígenes, procesos… El análisis de la competencia destapó algo que ya intuíamos: todas las cafeterías con un posicionamiento basado en lo natural, ecológico, sano y sostenible eran iguales. Nombre parecidos, recursos de marca muy usados y espacios no diferenciables.
La Idea
Hacer una marca product-design. Que el producto detonará todo. Era la mayor diferenciación respecto a la competencia, contaban con mejores valoraciones y las personas que lo probaban se volvían grandes seguidores de la marca. En definitiva: “Algo tan good, debería de ser ilegal”.
En busca de la solución
Esta idea de partida nos ayudó a construir una narrativa que fuese el origen del nombre y de la identidad. La marca tenía que tener una personalidad fuerte, fácil de entender, alejada de lo convencional, tenía que tener conectar con su público, con su día a día. Y además tenía que ser muy fácil de aplicar. Tanto en el punto, como en todos los puntos de contacto en los que se tuviera que activar.
El Resultado
Construimos una marca con muchos recursos, pero pensados estratégicamente: tendrían que ser fáciles de producir y de implementar. Con “poco” la marca tendría mucha pregnancia y en cualquiera de las franquicias lo podrían implementar con facilidad. Utilizamos símbolos universales, un tono canalla y dinámico y jugamos a “ocultar” el producto para darle más protagonismo. Cualquier punto de contacto como el packaging, el kit de take away o los vasos desechables, eran un soporte para la comunicación. Para que cuando la marca se alejara de su espacio físico y estuviera en otros entornos dentro de la ciudad no pasarán desapercibidos y pudieran servir de reclamo.
